Un principio fundamental de la comunicación científica -proporcionar argumentos y conocimientos de manera clara y sencilla para que puedan ser comprendidos por el público general y por gestores públicos o tomadores de decisiones. Por eso, como científicos nos debemos tanto a la verdad como a la prudencia a la hora de comunicar conceptos y realidades complejas a audiencias que no tienen el mismo grado de conocimiento sobre los problemas que estudiamos que nosotros. Esto es especialmente importante en contextos de incertidumbre y alarma, como es el caso de la gestión de la pandemia de COVID19. En este contexto, no es ni adecuado ni moralmente justificable utilizar el criterio de autoridad para presentar como definitivas ante audiencias no especializadas opiniones que serían debatibles en un contexto de pares científicos trabajando directamente en el tema, ni mucho menos para lanzar afirmaciones no apoyadas por datos. Desgraciadamente, a algunos científicos y técnicos se les olvida, y aprovechan su posición académica o profesional para presentar como válidas o sujetas al debate general afirmaciones que no serían sustentables un un contexto académico. La consecuencia de ello es que algunos miembros de la academia son glorificados por personas y redes negacionistas y conspiranoicas precisamente por hablar con rotundidad de lo que no saben, o por mentir con descaro. Algo que puede ser muy satisfactorio para su ego, pero que es muy perjudicial para la labor que debe tener la ciencia en una sociedad avanzada: contribuir al avance de una sociedad justa que es capaz de adaptarse a las circunstancias cambiantes de la naturaleza.
Partiendo de la amplificación de las desgraciadas -y en parte falaces- declaraciones del Dr. Laporte Roselló en una comisión de investigación, en un artículo de Astrid Wagner en Ciencia Crítica discutimos cómo el uso del sensacionalismo por los científicos para promover opiniones infundadas puede alimentar la difusión de bulos y contribuir al aumento del miedo entre la población ante situaciones de incertidumbre.
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