A lo largo de la historia el desarrollo científico ha estado afectado por multitud de sesgos sociales, demográficos y geográficos, que desgraciadamente permanecen hasta nuestros días. En un post en Ciencia Crítica argumentamos que, para ser aprovechar todo el potencial de avance del conocimiento que podría desarrollar la humanidad, la ciencia necesita incluir la gran diversidad de culturas y perspectivas que proporcionan todas las personas que trabajan en ciencia. Para escapar de los omnipresentes sesgos, y abrazar la verdadera diversidad de la humanidad, hay que instaurar un ambiente de tolerancia, igualitarismo, respeto mútuo y ambientes de trabajo saludables mediante medidas a todos los niveles. En el artículo revisamos algunos de estos sesgos, e identificamos áreas clave en las que debemos trabajar.

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Imagen de MPourzaki (WMF), CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons