Nieto, M., Bastir, M., Cabrero-Sañudo, F.J., Hortal, J., Martínez-Maza, C., & Rodríguez, J. (2004). Does evolution evolve? In Homenaje a Emiliano Aguirre, volúmen de Paleoantropología (ed by E. Baquedano and S. Rubio Jara), pp. 232-252. Museo Arqueológico Regional de Madrid, Alcalá de Henares, Madrid.
Abstract The Neodarwinian (or modern) synthesis has remained the unchallenged Theory of evolution since its development in the 1930-40s. Basically, it establishes that every biological population is composed of individuals with different characteristics, that these differences arise by random mutations affecting the genome, and that evolution is driven by Natural Selection acting over the available variability. The strength of the Neodarwinian paradigm is such that in non-scientific language “darwinism” is used as a synonyms of “evolution”, usually even confusing the fact of evolution (living beings evolve), with the Theory of evolution (the mechanisms and processes governing evolution). It is usually forgotten that the Theory of evolution is not the product of the brilliant ideas of an illuminated mind, but the result of several centuries of scientific thought. As any other scientific theory, the modern synthesis is an explanation of the observed phenomena based on the knowledge available when it was proposed. Thus, it is not surprising that in the past 6 decades several phenomena have been described that were not included in the paradigm. Many of these recent discoveries are related to the sources of variation in the living organisms, such as non-genetic heritable information, inheritance of acquired characters, horizontal transfer of DNA by viruses, symbiosis or environmentally driven mutations. In addition, the role of structural and developmental constraints in modulating this variation has been stressed by several studies. The role of Natural Selection as a driving mechanism remains undeniable, but it is now clear that some internalist processes probably play an important role, side by side with Natural Selection, in directing evolution. Implicit in the Neodarwinian paradigm is the notion of gradual change but some recent observations have shown that evolution (speciation) may proceed at a velocity considerably higher than admitted by the paradigm. A new addition to evolutionary Theory is the role of self-organisation processes acting both at the scale of organisms and at the scale of ecological evolution. Some of the new discoveries listed above fit well inside the paradigm, another group imply some minor modifications but there is a third group that constitute a true challenge for it. The paradigm should face the challenge and be able to incorporate them in a new synthesis, or be replaced by an entirely new Theory of evolution.
Resúmen La síntesis Neodarwinista (o moderna) ha permanecido como la Teoría de la evolución incuestionable desde su desarrollo en los años 30 y 40 del siglo XX. Básicamente, la síntesis propone que las poblaciones biológicas están formadas por individuos de características diferentes entre sí, que estas diferencias surgen por mutaciones al azar en el genoma y que la evolución está dirigida por la Selección Natural, que actúa sobre la variabilidad disponible. Es tal la fuerza del paradigma neodarwinista, que en el lenguaje no científico se utiliza “darwinismo” como sinónimo de “evolución”, confundiendo incluso el hecho de la evolución (los organismos evolucionan) con la Teoría de la evolución (los mecanismos y procesos que dirigen la evolución). Se olvida a menudo que la Teoría de la evolución no es el producto de las brillantes ideas de una mente privilegiada, si no el resultado de siglos de pensamiento científico. Como cualquier teoría científica, la síntesis moderna es una explicación a los fenómenos observados a partir del conocimiento que estaba disponible cuando dicha síntesis fue propuesta. No es, por tanto, sorprendente que en las últimas 6 décadas se hayan descrito numerosos fenómenos que no estaban incluidos en el paradigma. Muchos de estos mecanismos se refieren a la génesis de la variabilidad en los organismos, como la existencia de información heredable no genética, la transferencia horizontal de genes, la herencia de caracteres adquiridos, la simbiosis o las mutaciones dirigidas por el ambiente. A esto hay que añadir las limitaciones que imponen el desarrollo y el diseño estructural a la propia variabilidad, como han señalado diferentes estudios. La Selección natural permanece en su papel de directora de la evolución, pero debe compartirlo con procesos internalistas, que pueden también jugar un papel importante en el establecimiento de tendencias evolutivas. La síntesis neodarwinista asume que el ritmo de la evolución es gradualista, pero recientes observaciones han demostrado que la especiación se puede producir a velocidades mucho más rápidas de los admitido tradicionalmente. Una aportación enteramente nueva a la Teoría de la evolución es la existencia de mecanismos de auto-organización que actuarían tanto al nivel de organismos como al de evolución ecológica. Algunas de estas nuevas aportaciones caben perfectamente en el paradigma, otras suponen modificaciones menores al modelo, pero hay un tercer grupo que supone un auténtico desafío. El paradigma neodarwinista debe enfrentarse a este desafío, bien sea incorporándolas en una nueva síntesis, o dando paso a una Teoría de la evolución enteramente nueva.